La Brecha Emocional: Niñ@s "Desconectad@s"


Se termina este curso 2019-2020, un curso extraño, que nos ha desafiado a adaptarnos a una realidad que nunca antes habíamos conocido, sin cole, sin recreos, sin juegos compartidos, ... Muchas son las maestras y maestros que han optado por el contacto cercano, que han buscado la forma de encontrarse y conectar con alumnos y alumnas "desconectados", utilizando los medios más inverosímiles para ello: videollamada, whatsapp, correo electrónico, ... o incluso los medios sociales de su comunidad como Cruz Roja o Asociaciones de Infancia.

Sin embargo, no deja de llamarme la atención ese calificativo que hemos puesto a los niños y niñas que no han participado de esta "conexión" virtual: son niños y niñas "Desconectados". Y nos preocupan, porque hablamos de brecha digital, de la imposibilidad de dotar de medios tecnológicos a todas las familias, se escuchan acciones de los ayuntamientos y centros educativos para repartir tablets ¡Porque si no los niños estarán desconectados!

Por un lado, me sorprende gratamente la capacidad de gestión y acción que han tenido las administraciones, para detectar una brecha digital que ya se sabía que existía pero habíamos dejado en segundo punto del Orden del Día de cada reunión educativa. Se han puesto manos a la obra, han sacado dinero de las arcas municipales y ¡TABLETS PARA TODOS/AS! como si de un anuncio de natillas se tratara.

Sin embargo, no he visto el mismo interés en "CONECTAR" personalmente. En saber cómo se sienten los niños y niñas confinados en sus casas durante meses, sin apenas contacto con sus amigos/as y familiares, a quienes le hemos roto las rutinas de la noche a la mañana. 

Felicito a las familias que si han sabido conectar, que han detectado lo verdaderamente importante para los niños y niñas, y que han adaptado el plan educativo a las características de ese peque que tenían en casa. Familias que no han pensado en la tablet, sino en bailar, cantar, pintar sin reglas, hacer del salón del hogar una zona de acampada improvisada, jugar con las sombras de las linternas, ... Las felicito y les digo que sus niños/as son los más conectados del mundo, que no son "desconectados" porque han sabido conectar con sus intereses, con sus emociones, con sus necesidades, y al otro lado del enchufe hubo una familia que dió luz, que no pensó en los contenidos, en las fichas, en el apuro escolar.

Felicito a las maestras y maestros que han puesto freno al curriculum, que han invertido tiempo en conectar de verdad con los niños y niñas, con sus familias, con sus realidades. Esas que han optado por preguntar ¿Cómo estás? en lugar de ¿Qué pasa con tus tareas?, esas que han querido regalar cuentos, canciones, juegos, y que han usado la pantalla como medio y no como fin último. Felicidades, enhorabuena y gracias. Gracias por dar cobertura a la conexión que realmente importa.

Se termina el curso, pero espero que en este verano las administraciones educativas piensen que lo importante no es la brecha digital, sino la brecha emocional, que aún se ha afianzado más si cabe tras este proceso extraño de confinamiento, pandemia, inseguridad. Que piensen cómo lo vamos a hacer, que trabajen en opciones válidas, que quieran cubrir necesidades reales y no curriculums generales.

Sin más, feliz fin de curso, feliz y merecido descanso pequeños, pequeñas, maestras, maestros y familias. ¡Lo habéis hecho genial!






Cathaysa Torres García
Psicóloga Educativa





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