Desde muy pequeñitos, los niños y niñas comienzan a expresar sus emociones en función de sus necesidades y de las respuestas que obtienen de sus figuras de apego. El llanto, como primera forma de comunicación, muchas veces indica a las personas que cuidan, qué le ocurre al bebé.
A medida que el niño o niña va creciendo, sus expresiones van siendo más claras y diversas. Si bien es cierto que, tal y como estableció P. Ekman (1974), hay una serie de emociones cuya expresión es universal. Estas emociones son las llamadas Emociones Básicas: alegría, tristeza, asco, sorpresa, rabia y miedo.

Todas estas emociones son expresadas de la misma forma en las diversas partes del mundo, sobre todo a nivel facial. ¿Hacemos la prueba? Te propongo un juego, siéntate junto a tu peque, a tu pareja, a tu amigo, con los ojos cerrados, digan una emoción, y pongan cara de setar sintiéndola. Abran los ojos y comprueba... seguro que su rostro y el tuyo son muy similares.
IMAGEN: PELÍCULA INSIDE OUT - Disney (WEB PARENTALIS)
Como padres, madres y educadoras/es, sabemos que los niños y las niñas reaccionan a la alegría de una actividad, ante la sorpresa de un cumpleaños, que se ponen tristes cuando no se cubren sus expectativas, que se enfadan cuando le quitan un juguete... Pero el miedo es una emoción a la que solemos tener rechazo. Cuando un niño o niña siente miedo, nuestro instinto es protegerlo, asegurarle que "no pasa nada", y que del miedo pase a otra emoción más similar a la calma.
Sin embargo, debemos ser conscientes de que el miedo es una emoción adaptativa, que nos permite salvarnos de muchos peligros que si existen y en los que "si pasa algo". El miedo hace que antes de cruzar miremos a ambos lados, hace que no caminemos por el borde de un precipicio, y hace que no queramos meter la mano en la boca de un perro que no conocemos.
Ahora bien, a pesar de ello, existen miedos racionales e irracionales. Los primeros son aquellos que atañen a una amenaza real, algo que realmente pone en riesgo tu vida o tu integridad. Los irracionales, son los miedos que no son reales, miedo a algo que no existe o que no hará peligrar mi vida.
Entre los miedos irracionales más comunes están el miedo a los insectos, como arañas o cucarachas. ¿Crees de verdad que ese bicho tan pequeño va a poner en peligro tu vida? En este tipo de miedos, se une el asco como emoción básica, que nos produce rechazo y hace no querer estar cerca de estos animalitos.
Es importante también diferenciar los miedos desproporcionados, las fobias. Cuando nuestra reacción de miedo es demasiado brusca, que produce ansiedad y rechazo absoluto, cuando el miedo irracional se convierte en una limitación directa, hablamos de fobia. En estos casos, la recomendación es solicitar ayuda profesional que nos ayude a canalizar esa emoción y hacerle frente.
Una vez hemos diferenciado estos miedos, es conveniente saber que esta emoción se presenta de forma temprana, es decir, desde los primeros meses se pueden observar señales de miedo en los niños y niñas. Por ejemplo, el miedo a la separación de sus padres.
Sin embargo es a partir de los 3 años cuando esta emoción cobra especial importancia, dando lugar a pesadillas o terrores nocturnos que muchas veces se suceden noche tras noche impidiendo el descanso.
Ante esto ¿Cómo reaccionamos? Te detallo algunos consejos que podrías tener en cuenta ante las reacciones de miedo de tu pequeño/a.
A medida que el niño o niña va creciendo, sus expresiones van siendo más claras y diversas. Si bien es cierto que, tal y como estableció P. Ekman (1974), hay una serie de emociones cuya expresión es universal. Estas emociones son las llamadas Emociones Básicas: alegría, tristeza, asco, sorpresa, rabia y miedo.

Todas estas emociones son expresadas de la misma forma en las diversas partes del mundo, sobre todo a nivel facial. ¿Hacemos la prueba? Te propongo un juego, siéntate junto a tu peque, a tu pareja, a tu amigo, con los ojos cerrados, digan una emoción, y pongan cara de setar sintiéndola. Abran los ojos y comprueba... seguro que su rostro y el tuyo son muy similares.
IMAGEN: PELÍCULA INSIDE OUT - Disney (WEB PARENTALIS)
Como padres, madres y educadoras/es, sabemos que los niños y las niñas reaccionan a la alegría de una actividad, ante la sorpresa de un cumpleaños, que se ponen tristes cuando no se cubren sus expectativas, que se enfadan cuando le quitan un juguete... Pero el miedo es una emoción a la que solemos tener rechazo. Cuando un niño o niña siente miedo, nuestro instinto es protegerlo, asegurarle que "no pasa nada", y que del miedo pase a otra emoción más similar a la calma.
Sin embargo, debemos ser conscientes de que el miedo es una emoción adaptativa, que nos permite salvarnos de muchos peligros que si existen y en los que "si pasa algo". El miedo hace que antes de cruzar miremos a ambos lados, hace que no caminemos por el borde de un precipicio, y hace que no queramos meter la mano en la boca de un perro que no conocemos.
Ahora bien, a pesar de ello, existen miedos racionales e irracionales. Los primeros son aquellos que atañen a una amenaza real, algo que realmente pone en riesgo tu vida o tu integridad. Los irracionales, son los miedos que no son reales, miedo a algo que no existe o que no hará peligrar mi vida.
Entre los miedos irracionales más comunes están el miedo a los insectos, como arañas o cucarachas. ¿Crees de verdad que ese bicho tan pequeño va a poner en peligro tu vida? En este tipo de miedos, se une el asco como emoción básica, que nos produce rechazo y hace no querer estar cerca de estos animalitos.
Es importante también diferenciar los miedos desproporcionados, las fobias. Cuando nuestra reacción de miedo es demasiado brusca, que produce ansiedad y rechazo absoluto, cuando el miedo irracional se convierte en una limitación directa, hablamos de fobia. En estos casos, la recomendación es solicitar ayuda profesional que nos ayude a canalizar esa emoción y hacerle frente.
Una vez hemos diferenciado estos miedos, es conveniente saber que esta emoción se presenta de forma temprana, es decir, desde los primeros meses se pueden observar señales de miedo en los niños y niñas. Por ejemplo, el miedo a la separación de sus padres.
Sin embargo es a partir de los 3 años cuando esta emoción cobra especial importancia, dando lugar a pesadillas o terrores nocturnos que muchas veces se suceden noche tras noche impidiendo el descanso.
Ante esto ¿Cómo reaccionamos? Te detallo algunos consejos que podrías tener en cuenta ante las reacciones de miedo de tu pequeño/a.
- Hablemos del miedo. Podemos compartir con ellos y ellas sus miedos, y los nuestros. Ponerle nombre, buscar una solución para acabar con el miedo. Explicarle que nosotros también tenemos miedo, y que a veces eso nos ayuda a no correr riesgos innecesarios. Empoderarlos/as y buscar la manera de ser más fuertes que el miedo.
- ¿Contamos un cuento? Existen múltiples cuentos que nos hablan del miedo. Monstruos que tienen miedo de los niños/as, Niños/As que consiguen vencer el miedo... Algunos de los títulos que más recomiendo son: El Monstruo Verde de Ed. Emberley; El monstruo de los colores de Anna Llenas; Yo mataré monstruos por tí de Santi Balmes (especialmente para las pesadillas).
- Racionalizar el miedo Irracional. Hay miedos que provienen de objetos no reales, miedos a personajes ficticios, ...¿Investigamos? Buscar información sobre lo real y o irreal, sobre qué de verdad hay en la ficción, quién lo ha inventado, cómo se ha creado, con qué fin...
Lo más importante es no restarle importancia, no ridiculizarlo. Tiene miedo y lo siente de verdad, ayudarle a calmar su ansiedad y buscar la forma de enfrentar el miedo juntos puede ser la mejor opción.
¿Tu has probado otras técnicas? ¿Qué te ha funcionado? ¡Soy todo ojos!
Totalmente de acuerdo😍También suele ocurrir que veces es el propio adulto quien le transmite miedo a los niñ@s ya sea porque son adultos inseguros, y muy protectores eso hace que el niño se sienta temeroso e inseguro por eso es tan importante
ResponderEliminartener una infancia emocionalmente sana para ser un Adulto seguro de sí mismo.
Adriana!! Cuánta verdad!! Seguro todos tenemos el recuerdk d algun miedo impuesto por la familia o la sociedad... El temido hombre del saco por ejemplo!!
ResponderEliminarGracias por tus palabra!!
😍❤️
Eliminar